12 ene 2009

Rally Dakar en Página 12

Domingo, 11 de Enero de 2009
LA CARA NEGATIVA DE UNA COMPETENCIA QUE ARRASA CON LA NATURALEZA Y EL MEDIO AMBIENTE
Dakar, un rally que levanta mucha polvareda
Luego de la jornada de descanso, los pilotos largan con la octava etapa. Sin embargo, siguen las denuncias por daños ambientales y aprietes a comunidades aborígenes y pequeños productores para que dejen pasar a los competidores por sus tierras.
Por Gustavo Veiga

Una imagen habitual del Dakar: una moto pasando por medio de un ecosistema.
Hay un Rally que nadie ve, que la gente no sigue al costado de los caminos y que levanta polvareda como los camiones Kamaz o las Volkswagen Touareg 4 x 4. Esta prueba decidieron correrla organizaciones ambientalistas, comunidades aborígenes, pequeños productores y científicos inquietos. Saben que están en inferioridad numérica y que la moda Dakar avanza por el país con todos sus caballos de fuerza. Pero tampoco están dispuestos a callarse la boca y denuncian (sin mucho eco ante las autoridades) cómo la competencia alteró la naturaleza y afectó sus rutinas. De Córdoba a Río Negro y de Mendoza a Chubut, sus voces revelan aprietes a quienes no cedieron sus campos para la carrera, frases discriminatorias que habría pronunciado un intendente contra mapuches que protestan, el curioso papel de un italiano en la Patagonia que dijo ser de Greenpeace e intentó convencerlos de que debían dejar pasar a los pilotos por sus tierras y la depredación de áreas protegidas donde se pone en peligro a la flora y la fauna.
Cayo Valenzuela es integrante del Consejo Asesor Indígena y vive en Ingeniero Jacobacci, donde los detractores del Rally consiguieron que los organizadores de la prueba cambiaran el recorrido. En diálogo con Página/12 contó que “un italiano, Tiziano Siviero, el vicepresidente de OTTA (Organización Todo Terreno Argentina), se reunió con nosotros para ver si firmábamos una autorización para que la prueba pasara por nuestro espacio territorial. Lo llamativo fue que nos dijo que estaba también en Greenpeace. Se había enterado de lo que pasaba por un documento que sacó un grupo de productores y vino a vernos. Nadie cedió y el Rally, al menos en Río Negro, se corrió casi todo por rutas provinciales o caminos, pero no a campo traviesa”.
Lino Pizzolón, un especialista en limnología (el estudio de los ecosistemas acuáticos) que trabaja en la Universidad Nacional de la Patagonia, denunció que “hubo seis meses de presiones a los estancieros y pobladores rurales para que dejaran abiertas las tranqueras de sus campos. Unos se dejaron convencer, otros no. Los primeros hoy lo lamentan pero ya es tarde”.
En Mendoza, Marcelo Giraud, de la Asamblea Popular por el Agua, describió que “la Secretaría de Turismo de la Nación mintió o estaba mal informada cuando afirmó hace unos quince o veinte días que todas las provincias ya habían dado la autorización ambiental para el Rally. La de Mendoza salió recién la semana pasada y aún no está publicada la resolución en el boletín oficial”.
Los testimonios de este tipo se extienden por todas las provincias que recorre el Dakar. Pero desde Jacobacci, donde los mapuches les torcieron el brazo al intendente radical Carlos Toro y a los organizadores, Valenzuela hace una denuncia más delicada: “El intendente está ofendidísimo. Dijo que la íbamos a pagar porque una etapa terminó en Maquinchao y no en Jacobacci, como él pretendía. Además habló en medios locales de que unos ‘fantasmas negros’ habían entorpecido el Rally. Quisiéramos saber qué quiso decir con eso”.
En la meseta patagónica, los productores ganaderos de cabras y ovejas recibieron presiones para que firmaran una autorización de paso por sus tierras. A dos empleados de la provincia de Río Negro encomendados a esa tarea, los dirigentes mapuches dicen tenerlos identificados. El pedido consistía en que se les permitiera el paso a los bólidos del Rally por caminos ya trazados “que el Estado nunca arregla”, según Valenzuela.
Otro integrante del Consejo Asesor Indígena, Hermenegildo Chacho Liempe, fue más allá en el planteo de defensa de los suelos: “Para el Dakar es como si no existiéramos. Cuando vinieron dijeron que esto era un desierto, pero no lo fue nunca, ni lo es ahora. No pueden venir a estas tierras vulnerando nuestros derechos. Ni el Estado ni las empresas pueden ejercer esa violencia”.
Plata fresca
Las provincias de Mendoza y La Pampa subsidiaron con un millón de pesos cada una a los organizadores del Rally. El gobernador cuyano, Celso Alejandro Jaque, lo hizo mediante el decreto 3419/08 que en su artículo 1º sostiene: “Otórguese a la Organización Dakar SA un subsidio con cargo a rendir cuentas por la suma de pesos un millón ($ 1.000.000) destinado a solventar parte de los gastos que ocasionará la realización de la competencia ‘Rally Dakar 2009’ en el mes de enero del año 2009 en la provincia de Mendoza”. En su artículo 2º se establece que la rendición del subsidio deberá efectivizarse en un plazo no mayor a los 30 días de abonado y que el “responsable de recibir los fondos y rendir cuentas es el Sr. Etienne François Dominique Lavigne”, el francés que es director de la prueba.
En la edición del 6 de enero de El diario de La Pampa, el gobernador Oscar Mario Jorge justificó el subsidio que entregó la provincia para que el Dakar pasara por ella: “Todo lo que sea por el bien de la gente está bien dirigido, más en el deporte. Pero además creo que el hecho de pasar por un territorio como el nuestro permite el conocimiento de mucha gente que participa. Gente de otros países conoce así el territorio argentino”.
Estos dos millones de pesos están lejos de las sumas que la organización del Rally prevé pagarles a asociaciones medioambientales, como anuncia en su propia página oficial. “Para atestiguar su compromiso con una actitud ecológica responsable, ASO (la extranjera Amaury Sports Organisation) ha decidido destinar una parte de los gastos de inscripción de los participantes inscritos en la carrera a la ‘eco-participación’, por un importe de 50 euros para las motos y quads (cuatriciclos), de 100 euros para los coches y de 150 euros para los camiones. La suma recogida se destinará a una o varias asociaciones que trabajen por la protección del medio ambiente.”
Giraud, de la Asamblea Popular por el Agua, informó que “de las organizaciones mendocinas conocidas por nosotros, que son prestigiosas, ninguna recibió dinero, ni lo hubiéramos aceptado”. El reverso de la moneda fue algún productor que se quiso cortar solo e imaginó que podía hacer negocio cediendo sus tierras para el Rally. “Quizá pensó que podía recaudar plata con un campamento gigante, pero no pudo”, agregó Valenzuela desde Jacobacci.
Una denuncia de 55 páginas
Tres integrantes de organizaciones medioambientales mendocinas, Eduardo Sosa (Oikos, Red Ambiental), Marcelo Giraud y Luis Sánchez (Asamblea Popular por el Agua), presentaron una denuncia ante la Fiscalía de Estado de la provincia contra el Rally Dakar Argentina Chile 2009 el 29 de diciembre pasado. Argumentan que “la objeción general radica en que no se cumplió el procedimiento de evaluación de impacto ambiental que exige la normativa legal vigente”.
En el extenso texto se citan dos dictámenes del Instituto Argentino de Investigaciones en Zonas Aridas (Iadiza). En la segunda de esas evaluaciones sobre la prueba, los científicos sostienen: “Una actividad que involucra alrededor de 500 vehículos (entre camiones, coches y motos) transitando en las secciones selectivas, a gran velocidad, por distintos ambientes naturales de Mendoza, no puede asumirse como de escaso impacto o magnitud”.
La denuncia también cuestiona el ocultamiento de información sobre los distintos trayectos de la prueba, se mencionan las especies animales que corrieron peligro con el Rally (flamencos, guanacos y distintas clases de reptiles), la invasión de tierras que reclaman las comunidades huarpes y se cita una frase de los organizadores que explica, en parte, por qué denuncian lo que denuncian Sosa, Giraud y Sánchez: “los caminos difícilmente estén preparados para soportar el paso de los vehículos”. Tampoco lo soportaron los mallines (lugares húmedos y bajos donde el ganado se alimenta de forraje), los arenales y alguna tranquera que fue rota unos meses antes para tantear el terreno del Rally en la zona de Anecón Chico, Río Negro.
“En una región, la Patagonia, en la que el principal y más grave problema ambiental es el avance de la desertización, haber permitido este Rally parece un designio maquiavélico”, se quejó el doctor Pizzolón desde Esquel, donde los vecinos ya están sensibilizados por una mina de oro a cielo abierto.
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/deportes/subnotas/117990-37607-2009-01-11.html
ENTREVISTA CON EL BIOLOGO DE LA UNIVERSIDAD DE CORDOBA RAUL MONTENEGRO
“La ASO debe hacerse cargo”
El presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente asegura que ya se provocaron impactos ambientales notables y que la organización del Rally está obligada a repararlos. Además, cuestiona a las autoridades que permitieron la realización de la prueba.
Por Gustavo Veiga

El recorrido de los vehículos afectó a pueblos aborígenes y a pequeños productores.
Raúl Montenegro es biólogo, presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam), Premio Nobel Alternativo 2004 y profesor titular de Biología Evolutiva de la Universidad Nacional de Córdoba. El año pasado obtuvo un éxito judicial al evitar, mediante un amparo, que en el Rally Argentina 2008 se corriera un subprime por el Parque General San Martín de la capital cordobesa. Se cambió el trayecto y, no conforme con ello, su organización denunció penalmente a funcionarios.
–Transcurridas varias etapas del Rally, ¿es posible evaluar si ya hubo un impacto ambiental sobre la fauna, la flora y los sitios arqueológicos que ustedes habían denunciado antes de la largada de la prueba?
–Efectivamente, los seis primeros tramos han provocado impactos ambientales notables, sobre todo en ambientes muy frágiles y lugares con yacimientos arqueológicos ya identificados o potenciales. Se violó además en forma flagrante la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre derechos indígenas. Parte de los recorridos se hicieron ilegalmente sobre territorios de pueblos originarios.
–¿Ese impacto es mensurable de alguna manera?
–Sí, puede medirse. Los costos de estas evaluaciones deben ser pagados por la entidad organizadora, Amaury Sport Organization (ASO), y fiscalizados por ONG independientes. Lamentablemente, la mayor parte de los organismos ambientales de las provincias y la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación no exigieron niveles base para luego, por comparación, evaluar los daños. Su torpeza favoreció a la empresa organizadora y desamparó a los posibles afectados.
–De comprobarse daños, ¿deben ser reparados por la empresa organizadora?
–Sí, ASO debe hacerse cargo. Los organizadores debían contratar el seguro ambiental que prevé la ley general del ambiente 25.675 en su artículo 22. Esperemos que la Nación y las provincias hayan hecho cumplir ésta y otras leyes. Si no lo hicieron, nos encargaremos de hacer las correspondientes denuncias penales por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
–La organización del Dakar prevé un pago a las organizaciones medioambientales que sale de un porcentaje de las inscripciones de los competidores. ¿En Funam lo recibieron o están por recibirlo? ¿Piensa que ése puede ser un modo de comprar el silencio que ustedes no mantuvieron con sus denuncias?
–Desconocemos este mecanismo. Pero de existir, nunca aceptaríamos. Recordemos que el Vaticano calificó al Dakar como una “sangrienta carrera de irresponsabilidades”. Sus ganancias están teñidas de sangre, colonialismo y desprecio por las culturas nativas.
–¿Cuál cree que ha sido el papel de la prensa en la cobertura del Rally? ¿Le dio cabida a sus denuncias en la misma medida que cubre la prueba?
–Reflejó en general el interés de miles de espectadores, pero cuando protestamos contra el Dakar también hubo cobertura. Sin embargo, los medios deberían investigar más a fondo el impacto ambiental y social del Dakar, y por qué fue obligado a retirarse de Africa.
–¿Cuál es la responsabilidad que les cabe a los Estados nacional, provincial y municipal en los hechos por ustedes denunciados?
–Son plenamente responsables por lo que sucedió y pueda suceder, porque aceptaron de la empresa organizadora, ASO, condiciones inaceptables como el mantenimiento del secreto de los recorridos hasta pocas horas antes de cada tramo. El Estado no actuó para proteger a los ciudadanos y el ambiente de los devastadores efectos del Dakar, que mueve unas 568 motos, cuatriciclos, autos y camiones, sino para beneficiarse de la cobertura internacional. Después de las acciones de amparo vendrán las denuncias penales y las acciones civiles de particulares afectados.http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/deportes/subnotas/117990-37606-2009-01-11.html
SEGUN LA ASO, HUBO FALLAS EN EL RESCATE DEL PILOTO MUERTO
Admiten errores al buscar a Terry
El director general de la empresa organizadora del Dakar 2009, Yann Le Moener, admitió errores en la cadena de búsqueda del motociclista francés Pascal Terry, quien fue encontrado sin vida en la madrugada del miércoles pasado. Sin embargo, el director advirtió que la empresa Amaury Sport Organisation (ASO) no hará ningún comentario sobre la muerte del piloto.
“Como una investigación está en proceso, la empresa ASO no hará ningún comentario”, afirmó Le Moener en rueda de prensa en Valparaíso, donde se cumplió ayer el día de descanso del Rally Dakar, luego de siete etapas disputadas. “Claramente, hubo un error. Estamos investigando lo que pudo haber pasado y para eso actualmente estamos reuniendo todos los elementos necesarios”, agregó el responsable de ASO tras expresarle personalmente sus condolencias a la familia de Terry en Buenos Aires.
Según el juez argentino Manuel Alvarez, a cargo del Juzgado número 1 de General Acha, de La Pampa, donde falleció Terry, el motociclista murió de un paro cardíaco ocasionado por un edema pulmonar, que tenía su origen en una cardiopatía preexistente. Además, Alvarez precisó que el médico forense había descubierto un agrandamiento del músculo cardíaco y estimó que las condiciones en las que el piloto competía, la velocidad, el esfuerzo y las altísimas temperaturas, contribuyeron al desenlace fatal.
El juez opinó que ante la muerte del piloto se abren “dos posibilidades: o hubo negligencia en la atención del competidor en emergencia y pudo haberse cometido un delito culposo, o hubo una organización desastrosa del Rally que no previó una serie de eventos y que podría dar lugar a la figura del abandono de persona”.
Las dos posibilidades son viables, porque el día de la muerte del competidor, en un comunicado expedido, la ASO detalló que Terry no había dado más signos de vida después de la tarde del domingo pasado. Recién muchas horas después de comunicada la pérdida, la organización ordenó el rastreo, y tras 56 horas de búsqueda, el cuerpo fue encontrado en un terreno de díficil acceso, lleno de vegetación.